¡Nos vamos a casar y no podríamos hacerlo sin ti!
Empaca tus maletas, estamos ansiosos por celebrar este día contigo.

Nosotros (Español)

Es en las inusuales circunstancias de la vida, en las cuales la divinidad de Dios nos sorprende con algo tan pequeño como conocer a alguien. El conocernos y entablar una amistad fue clave para que nos acercara y nos llevara a establecer una relación. Cuando nos conocimos por primera vez, ambos estábamos interesados en salir, divertirnos y socializar, cada uno en su propio mundo, pero siempre volviendo a nuestras raíces “latinas”. Es en estas raíces que ambos nos llamábamos para salir y disfrutar de una noche de puro baile y diversión. En una de las constantes invitaciones, mientras uno estaba en un partido de el Miami Heat, el otro estaba con compañeros de trabajo en el infame "Tu Candela" (el huequito en la esquina, no el nuevo), viniendo después del juego, Jaime estuvo allí hasta casi el cierre, cuando se iba se encontró a Meli. Aquí es donde Meli no pudo resistirse a ir a casa sin bailar una canción con Jaime. Es en ese momento cuando nos besamos por primera vez, Jaime dice que tal vez fueron las bebidas que habían tomado, pero Meli dice que fue la magia de la música. Nunca sabremos el cómo, pero ahora sabemos el por qué, el cual fue la razón para estar el uno con el otro. Desde entonces, muchos desafíos y adversidades se han presentado en nuestro camino, individualmente y como pareja, pero al superar a cada uno de ellos, ha hecho que nuestros sentimientos se fortalezcan.
Nos hemos convertido en nómadas modernos, después de haber visitado Asia, Europa, el Medio Oriente y varios países del Centro y Sur América, así como muchas ciudades a través de los Estados Unidos. Compartimos el amor por explorar y adventurar, se ha convertido en lo nuestro, empacar y competir por quién empaca mejor y más rápido (Jaime actualmente lidera el concurso). Es cierto que el aumentar nuestra fe en Dios y el poner en sus manos nuestra relacion como pareja, es como hemos logrado ser felices, seguir enamorados y ansiosos por ver lo que nos depara el futuro. Nos apoyamos, animamos, oramos y regocijamos el uno por el otro. A medida que pasan los días, no vemos la hora para hacer lo que más amamos, compartir nuestra felicidad con quienes más queremos.
Pedir la mano puede ser nervioso y estresante, pero no obstante, es un momento que nosotros los hombres esperamos hacer el mas memorable. Para este día, le pedí a Meli que empacara una mochila pequeña, con la excusa de que se quedaría a dormir, para las actividades del día siguiente. Una vez que la recogí, le pedí su pasaporte, el suspenso en ella era claro, realmente se notaba que tenía una idea. Aunque la vi “sospechando”, poco sabía lo que se venía. Había reservado un hotel muy especial en la Ciudad de México y encontré en las pirámides de Teotihuacán un área única para paseos en globo. Ambos deseábamos vivir esa experiencia, esto me dio la idea perfecta de cómo pedirle la mano. Cuando llegamos al aeropuerto, bromeaba sobre dónde iríamos de viaje, fue hasta que ella se sentó en el avión, que se dio cuenta que era la Ciudad de México. Después de que el chófer nos recogió, en camino al hotel, le estaba dando pequeñas pistas de los planes. Mientras cenábamos, le dije que teníamos que despertarnos a las 4 am, ¡la conmoción en su cara!. Una camioneta nos recogió para llevarnos al lugar donde montaríamos el globo. Allí, le mentí y le dije que necesitaba firmar un permiso especial, en realidad, fui a planear con el piloto a qué hora hacer la pregunta. En el aire, el piloto le hizo creer que teníamos algunos problemas y que necesitábamos decender, solo para encontrar una camioneta, con un letrero que decía "¿Quieres casarte conmigo?". Cuando finalmente notó el letrero desplegado, ella volteo y me miró con una cara risueña, mientras yo sostenía la caja del anillo. En ese instante, ambos con los ojos aguados, susurró ¡SÍ! Una vez que aterrizamos, brindamos con champaña y el Sr. Mario Bros (el piloto del globo) recitó una hermosa oración, de allí desayunamos y nos apuramos para regresar a la ciudad, para explorar y comer unos auténticos tacos mexicanos, todo en tan solo unas horas. Regresamos a Miami ese mismo día, 23 hrs muy especiales en la Ciudad de México.